IU Madrid exige investigar la muerte de un vecino en Arganda tras dar aviso a un PAC sin médico

Fallece un joven en Arganda en una noche en la que no había médico en el Servicio de Urgencias Extrahospitalaria.

Tal y como se viene denunciando, tanto por parte de colectivos vecinales y profesionales, como por plataformas en defensa de la Sanidad Pública y organizaciones políticas entre las que se encuentra Izquierda Unida Madrid, la falta de personal sanitario en las urgencias extrahospitalarias está provocando un peligroso caos y malestar entre la ciudadanía y los profesionales. Y hemos llegado al punto de constatarlo de la peor de las formas posibles. En la noche de ayer falleció un joven en Arganda, cuyo PAC (Punto de Atención Continuada) no contaba con ningún médico de guardia durante la jornada.

Según ha informado la Plataforma SAR, anoche, sábado 26 de noviembre, una persona acudió al PAC de Arganda solicitando atención médica urgente para un joven que se encontraba inconsciente en un domicilio cercano. Hasta dicho lugar se desplazaron un enfermero y un celador, ya que todo el personal sanitario con el que contaban era de 2 enfermeras y 2 celadores.

Ya en el domicilio se encontraron con un hombre joven inconsciente al que comenzaron a realizar maniobras de reanimación mediante un dispositivo DESA. Pocos minutos después llegó la unidad de Soporte Avanzado del SUMMA que continuó con maniobras de RCP. Desafortunadamente, una hora después sólo pudieron certificar su muerte.

Desde IU Madrid e IU Arganda lamentamos profundamente este horrible suceso y creemos que se debe abrir de manera inmediata una investigación sobre los hechos. Al parecer, el fallecido se encontraba mal desde hace días. Sin embargo, el PAC de Arganda no ha contado con ningún médico, al menos, durante las noches del 21, 22 y 24. Nos consta, además que falta un número indeterminado de médicos de cabecera en el Centro de Salud del Camino del Molino, por lo que desconocemos la cantidad de habitantes del municipio que actualmente solo pueden recurrir al médico de urgencias. Surge la duda, por tanto, sobre si el joven tuvo acceso a algún tipo de atención médica en algún momento (aparte de las saturadas urgencias del Hospital del Sureste) y sobre si hoy también estaríamos lamentando su muerte de haber acudido al servicio de urgencias de la Atención Primaria y allí haber sido atendido por un equipo sanitario completo.

Hace tiempo que el personal sanitario se muestra preocupado al no saber qué estará ocurriendo con los enfermos que no tienen acceso a un SUAP o SAR (ahora PAC), a un médico de familia o a un pediatra. Se desconoce cómo está actuando el ciudadano que, encontrándose mal y ante la incertidumbre generada por la situación de la Sanidad Pública madrileña, prefiere permanecer doliente en su domicilio y aguantar su malestar, que a veces no nos da los signos de peligro que un profesional sí puede detectar.

La diputada de IU y portavoz en la Comisión de Sanidad de Unidas Podemos en la Asamblea de Madrid, Vanessa Lillo ha declarado que «en este tipo de incidentes es donde se ven las consecuencias de la nefasta gestión de las urgencias extrahospitalarias puesta en marcha por el Partido Popular. Están jugando con nuestras propias vidas, violando nuestro derecho a recibir una atención sanitaria de calidad».

Desgraciadamente esta es la crónica de un hecho anunciado: la reorganización de las urgencias de Atención Primaria ha sido un desastre. Hasta tal punto, que las madrileñas y madrileños, hoy por hoy, no tienen garantizada la asistencia sanitaria, como sí la tienen el resto del Estado.